Estos Franciscanos Capuchinos "tomaron por asalto" la plaza con Nuestro Señor en la Eucaristía... sin temor alguno. ¡Santa audacia!
El evento fue coordinado -probablemente- por no más de cuatro o cinco personas. Sin embargo, como se puede ver, muchas más cayeron de rodillas durante el culto, mientras que decenas y decenas miraban con asombro. El evento fue relativamente breve y discreto. Una vez que todo había terminado, la vida volvió a la rutina, a la normalidad, pero no nos equivoquemos al respecto, las personas se vieron en algún momento afectadas. Esto es cómo hacerlo: una plaza y una ciudad a la vez, regular, constante, de forma rápida y al azar, dejando al enemigo sin posibilidad de organizar una interrupción. Yo lo llamo “Hit and Run del catolicismo”, que es nada menos que parte de la guerrilla espiritual.
Muy fregón!, Cuándo vendrá un acto así a Guadalajara Jalisco!
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