UNA VOCE AGUASCALIENTES es una asociación católica que agrupa fieles laicos de nuestra diócesis que buscan promover el uso de la liturgia según el «Rito Gregoriano», en especial la Santa Misa conocida también como tridentina, de San Pio V o Tradicional. Esta iniciativa responde al llamado de S.S. Benedicto XVI que nos pide interpretar la historia reciente de la Iglesia bajo la hermenéutica de la continuidad: «Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande». Estas palabras del Santo Padre están tomadas de la carta dirigida a los obispos del mundo que acompaña el Motu Proprio “Summorum Pontificum”, con la cual explica su decisión de reconocer y restaurar los derechos y libertades de la liturgia católica conforme las normas vigentes en 1962 (anteriores a la reforma post conciliar de 1970) y con ello permitirnos «vivir la experiencia de la Tradición» que a tantos hombres y mujeres santos nutrió en siglos anteriores. Nuestro objetivo es dar a conocer este tesoro de la liturgia a toda persona, clérigo o laico, que desee enriquecer su herencia litúrgica dentro del rito romano. Asimismo nuestro empeño está en facilitar los medios para que este venerable Rito se celebre y aproveche de la mejor manera. «Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto.» S.S. Benedicto XVI.

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lunes, 11 de julio de 2011

AVE MARIS STELLA.



Ave Maris Stella ("Salve Estrella del Mar"): con estas palabras comienza un himno latino que se canta en la Liturgia de las Horas que nuestra Santa Madre, la Iglesia Católica, entona en las fiestas marianas, concretamente en Vísperas. El texto se conoce desde el siglo IX; su autor es desconocido (se ha atribuido a autores diversos; entre ellos, a Venantius Fortunatus y Pablo Diácono). Es uno de los muchos himnos marianos medievales, como la Salve o el Stabat mater.

El título "Estrella del mar", que aquí se aplica a María, procede de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, concretamente del primer libro de los Reyes, 18,41-45. En este pasaje, se describe cómo una pequeña nube se eleva sobre el mar y anuncia al profeta Elías, mientras oraba en el monte Carmelo, la venida de la lluvia. Ésta era una gran noticia, pues anunciaba el fin de la grave sequía. Se aplica esta imagen a María, pues ella anuncia la venida del Salvador, que pone fin a la sequía del hombre, que ansía la redención. Jesús es la fuente que sacia la sed de Dios.

Es, además, el himno de la comunidad francófona de Acadia, localizado en la provincias canadienses de Nueva Escocia y Nuevo Brunswick. Fue adoptado como himno del pueblo acadiano en la Conferencia Nacional Acadiana de 1884. Hasta hoy es una fuente de patriotismo para los acadianos.

Durante siglos el texto se ha cantado con una melodía gregoriana. El texto ha servido de base a numerosas composiciones musicales, desde Giovanni Pierluigi da Palestrina hasta la actualidad (véase por ejemplo la composición reciente de Peter Maxwell Davies). Han compuesto sobre este himno, entre otros, Claudio MonteverdiAntonio VivaldiJuan Sebastián BachJehan TitelouzeMarcel DupréTomás Luis de VictoriaAntonín DvořákEdvard GriegFranz LisztJosquin DesprezJosef Gabriel RheinbergerMiguel Bernal JiménezAntonio de CabezónJohn F. LarchetTrond Kverno , Juris Karlsons y Antonio Estévez.

Texto en latín

Ave, Maris stella,
Déi mater alma,
Atque semper Virgo
Félix caeli porta
Sumens illud Ave
Gabriélis ore,
Funda nos in pace,
Mutans Evae nomen.
Solve vincla reis,
Profer lumen caecis,
Mala nostra pelle,
Bona cuncta posce.
Monstra te esse matrem,
Sumat per te preces
Qui pro nobis natus,
tulit esse tuus.
Virgo singulāris
Inter omnes mitis,
Nos culpis solutos
Mites fac et castos.
Vitam praesta puram,
iter para tutum:
ut vidéntes lesum
semper collaetémur.
Sit laus Deo Patri,
summo Christo decus,
Spirĭtus Sancto,
tribus honor unus. Amen.

Texto en español
Versión de Lope de Vega

Salve, del mar Estrella,
Salve, Madre sagrada
De Dios y siempre Virgen,
Tomando de Gabriel
El Ave, Virgen alma,
Mudando el nombre de Eva,
Paces divinas trata.
La vista restituye,
Las cadenas desata,
Todos los males quita,
Todos los bienes causa.
Muéstrate Madre, y llegue
Por Ti nuestra esperanza
A quien, por darnos vida,
Nació de tus entrañas.
Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
Libres de culpa, infunde
Virtud humilde y casta.
Vida nos presta pura,
Camino firme allana;
Que quien a Jesús llega,
Eterno gozo alcanza.
Al Padre, al Hijo, al Santo
Espíritu alabanzas;
Una a los tres le demos,
Y siempre eternas gracias.

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