UNA VOCE AGUASCALIENTES es una asociación católica que agrupa fieles laicos de nuestra diócesis que buscan promover el uso de la liturgia según el «Rito Gregoriano», en especial la Santa Misa conocida también como tridentina, de San Pio V o Tradicional. Esta iniciativa responde al llamado de S.S. Benedicto XVI que nos pide interpretar la historia reciente de la Iglesia bajo la hermenéutica de la continuidad: «Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande». Estas palabras del Santo Padre están tomadas de la carta dirigida a los obispos del mundo que acompaña el Motu Proprio “Summorum Pontificum”, con la cual explica su decisión de reconocer y restaurar los derechos y libertades de la liturgia católica conforme las normas vigentes en 1962 (anteriores a la reforma post conciliar de 1970) y con ello permitirnos «vivir la experiencia de la Tradición» que a tantos hombres y mujeres santos nutrió en siglos anteriores. Nuestro objetivo es dar a conocer este tesoro de la liturgia a toda persona, clérigo o laico, que desee enriquecer su herencia litúrgica dentro del rito romano. Asimismo nuestro empeño está en facilitar los medios para que este venerable Rito se celebre y aproveche de la mejor manera. «Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto.» S.S. Benedicto XVI.

BUSCAR EN ESTE BLOG

miércoles, 13 de julio de 2011

SOMOS MILITANTES DE LA ÚNICA Y VERDADERA IGLESIA DE CRISTO.


Todo creyente, bautizado en la Iglesia Católica -la única Iglesia de Cristo- tiene la OBLIGACIÓN DE LUCHAR por ella, en ella y con ella porque es la verdadera arca de Salvación que debe defender a toda costa. Jesús es contundente: hay que ser CALIENTES en el amor hacía Él y a su Iglesia, ya que a los tibios, los vomitará de su boca:

"Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca. Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo. Por eso, te aconsejo que compres de mí el oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista. Yo corrijo y reprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete! Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos. Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las iglesias". (Apocalipsis 3, 15-22).

El militante católico es un apóstol que, sin importar su edad, lleva el fuego de la juventud perenne en el espíritu y le cabrá en todo tiempo la gloria y la satisfacción inmensa de defender y llevar la fe de Cristo a todos los rincones, a las nuevas generaciones, a las nuevas juventudes, a las nuevas infancias que retomarán el estandarte y marcharán bajo el mando de la Generala de los Cielos a través de nuevos senderos. Consagrémonos a la realización de este noble ideal: Por Cristo, por su Iglesia y por la Patria. ¡No podemos ser tibios!

El soldado de Cristo no permitirá que su fe sea contaminada con los principios del mundo ni ser arrastrado a la apostasía del relativismo doctrinal. Sabe que la Verdad de Dios es inmutable y que no cambia ni se adapta al gusto y conveniencia de los hombres.

Demos, pues, la buena batalla, el buen combate, la viril defensa en esta guerra metafísica. Somos integrantes de la milicia de Cristo Rey. El maligno no descansa y sus huestes cada día son más osadas y buscan la ruina del hombre. La Revolución anticristiana amenaza con arrasar todo. Pero nosotros tenemos el triunfo asegurado: La morada eterna junto a nuestro dulce y soberano Señor. Y acá en la tierra, lo alcancemos a ver o no, sabemos del triunfo profetizado en Fátima: "Al final mi Inmaculado Corazón triunfará".

No hay comentarios:

Publicar un comentario